(2014 JUNIO 21 SÁBADO)
Dado el reducido tamaño que tienen ahora las cámaras, tanto de video como de fotografía, que se pueden montar sin que sean notadas en gafas, cascos y en las mismas motocicletas, la policía puede hacer una misión de espionaje (que ahora sofisticadamente llaman inteligencia) en las manifestaciones no autorizadas de los aficionados y luego repartir abultadas multas a diestra y siniestra entre los participantes, que al tener detectada la placa, la fecha, la hora y el tumulto, no podrán hacer otra cosa que pagar y con ello a la siguiente manifestación, de seguro no asisten.
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