(2012 MARZO 27 MARTES) El artículo “Así se robaron el sistema de salud de los colombianos” de Juan
Gossaín, publicado en eltiempo.com dice así: “En Bogotá, un hombre desesperado
se subió al último piso de una clínica, con la amenaza de arrojarse al vacío,
porque llevaba ocho meses rogando en
Saludcoop que le dieran una cita con
el doctor.
Esa misma noche, en Cartagena, el médico de turno en un hospital fue
agredido a trompadas por un obrero que estaba en la recepción desde hacía tres
días. Ya no aguantaba más el dolor de cabeza. Había sufrido una embolia
cerebral.
¿Qué es lo que está sucediendo para que en solo seis meses, entre enero y
julio del año pasado, se presentaran ante las autoridades sesenta mil reclamos contra empresas de salud? Quién sabe cuántas
víctimas más ni siquiera se toman el trabajo de protestar. Y ni hablemos de quienes mueren antes de tener tiempo de
quejarse.
Lo que está pasando es que el sistema colombiano de salud se reventó en
pedazos. Resultó fallido. Las razones son varias, pero todas giran alrededor de
un mismo sol: la corrupción y su hermana
siamesa, la politiquería, se aliaron con la voracidad económica de unas
cuantas empresas privadas y con la
podredumbre que campea en las oficinas públicas.