(2014 ENERO 22 MIÉRCOLES) En el código de ética de la política no valen ni amistad ni nada, en Palmira hemos visto que se traiciona hasta la familia. Veamos que dijo en una declaración radial el alcalde José Ritter López Peña: "Cuando recibimos el Gobierno, Palmira estaba en manos de los extorsionistas". Ahora interpretemos lo dicho por López Peña: Cuándo recibimos el gobierno de parte de Raúl Alfredo Arboleda Márquez, Palmira estaba en manos de los extorsionistas, en otras palabras se puede entender que los que mandaban realmente eran los extorsionistas y que Arboleda Márquez estaba pintado en la pared. Para nada defendió a la administración de su amigo y copartidario y en cambio "le tira el agua sucia", sin mencionar a Raúl Alfredo, obviamente. Desde la campaña para la alcaldía le empezó a tirar cargas de profundidad a su colega, tal vez para ganar votos. En la política que hacen los politiqueros baratos aquello de la fidelidad y la amistad "valen güevo", muy cierto aquello de que "con esos amigos, para qué enemigos"
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