(2012 ENERO 5 JUEVES) Ahora que estamos en
medio de la escogencia tanto de contralor como de Personero es prudente conocer
este artículo escrito en el Diario Crónica del Quindío, publicado hoy miércoles
4 de Enero del 2012. Algunos foristas han hecho sus comentarios, que también
transcribiré, porque son interesantes. Esta es la tercera parte (de tres) del
artículo, del que he colocado en negrilla los aspectos más relevantes.
Se
siguió el capricho y compromiso político de la exalcaldesa. Y los concejales,
para congraciarse, aprobaron ese capricho. Sin miramientos, sin análisis, sin
criterio y, peor, sin independencia. Ayer se abrieron las inscripciones para
elegir el nuevo personero de Armenia y encuentro, en principio dos candidatos.
Una dama, exconcejal liberal, de las entretelas de la alcaldesa Luz Piedad
Valencia, que, según me cuenta varios concejales, es la recomendada para que los cabildantes de la coalición voten por
ella. La historia se repite. Una candidata sin experiencia y sin los altos
conocimientos que requiere tan delicada dignidad. Y el otro candidato es un
abogado, cuya postulación tiene un carácter cívico ciudadano.
Se trata de César Augusto Ramírez Cuartas,
un profesional con 15 años de experiencia en los temas de defensa de los
derechos fundamentales, pero especialmente de los derechos humanos y
ambientales de la población, a través de la Defensoría del Pueblo de Armenia.
Un hombre de una alta sensibilidad humana y un proyecto de vida orientado al
servicio del ciudadano.
Conocedor al dedillo de los problemas de
desplazados, indígenas, reinsertados, adultos mayores, mujeres cabeza de hogar,
organizaciones de la sociedad civil y, sobre todo, los nuevos procesos que
entraron en vigencia este año a través de la ley de Víctimas y Restitución de
Tierras, que, seguramente, su aplicación pasará por las personerías de los
municipios. Probablemente esta semana aparecerán otros candidatos, pero, por lo
menos ya está Ramírez Cuartas, con él se
garantizaría una férrea y hasta terca defensa del ciudadano, y no de los
intereses políticos de los concejales. Definitivamente, la personería no se negocia”. (Fin del artículo)
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