(2013 JULIO 19 VIERNES) .Procuraduría General de la Nación
formuló pliego de cargos contra concejal de Sincelejo (Sucre) Boletín 551 PGN 17 julio 2013
La Procuraduría
General de la Nación formuló pliego de cargos contra el señor Ramiro González
Zabala, en su calidad de concejal del municipio de Sincelejo (Sucre), por
posibles irregularidades en el ejercicio de sus funciones que involucran además
recursos pertenecientes al Fondo Rotatorio Municipal de Valorización (Fomvas)
de ese municipio.
El señor González
Zabala, quien ejerce como concejal en la actualidad, se habría prevalido de su
condición de servidor público para lograr el nombramiento del señor Juan Carlos
Valest Támara en el cargo de tesorero del mencionado fondo rotatorio, al
parecer para que incurriera en actos indebidos como entregarle recursos.
La investigación
señala que los recursos que habrían sido entregados al concejal probablemente
fueron sustraídos de los contratos de suministro celebrados con una fundación
durante el tiempo que el señor Valest Támara se desempeñó como tesorero del
Fomvas.
Al parecer, el
concejal le exigía al tesorero un porcentaje de su sueldo mensual, además le
habría exigido comisiones por los contratos que se legalizaban y con estos
dineros prestaba a personas particulares para hacer los anticipos
correspondientes de los contratos de suministro.
Esta investigación
guarda relación con una reciente decisión por parte de la Procuraduría
Provincial de Sincelejo, en la que sancionó disciplinariamente a funcionarios
del Fomvas por el manejo irregular de unos cheques del Fondo Rotatorio. (Veamos a ver si entendemos como es el asunto en
Sincelejo (Sucre). El Concejal le propone un nombre al alcalde para que éste le
nombre su “ficha” en la administración, digamos que esto es gobernar con los
amigos -colaboración democrática y coalición de gobierno-. Esta “ficha” le debe
entregar parte de su sueldo a su mentor, algo de lo que se habla mucho a lo
largo y ancho del país. El funcionario además le administra unos contratos al
concejal, que sin lugar a dudas son asignados por el alcalde, porque el
burgomaestre no nos puede venir con el viejo cuento de “sucedió a mis espaldas”.
Pensando perversamente y como se dijo de los concejales de Bogotá, esa
mermelada debe haber alcanzado para otros concejales y hasta para el alcalde y
hasta se debe haber regado mucha en el suelo, vaya uno a saber. Además el
concejal financiaba contratistas, el corporado era toda una empresa financiera,
un poquito malita en sus fines, pero de una rentabilidad del carajo. Si
estuviese en la comisión de la Procuraduría le metería la mano a los otros
concejales, secretarios y al alcalde, al parecer casi todos deben estar “más
untados que el palo de las gallinas” y como dijo alguna vez el presidente Santos,
“por donde se mete el dedo, sale pus”. Tenía razón el contratista bogotano
cuando dijo “eso se hace en todo el país”.)
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