(2011 SEPTIEMBRE 8 JUEVES) Los jóvenes, nos llaman catanos a todos aquellos que somos mayores que ellos, también si tenemos la edad de sus padres o abuelos o simplemente si estamos capando lápida o estamos (como yo) en este mundo de cuenta del árbitro. Hay un saludable despertar de la juventud que se quiere convertir en la "quicatocracia" y eso es bueno, los espacios se los tienen que tomar casi a la brava, porque los entronizados en los altos mandos, probado está que no quieren desprenderse por ningún motivo de las mieles del poder. Por eso es saludable leer nombres de candidatos "sin linaje y apelli'o" como tantas veces lo cantó Lola Flórez. Sean bienvenidos los nuevos patronímicos que no tienen rancios abolengos políticos y que no han tenido el poder ni media hora. Las caras nuevas tendrán que luchar en condiciones de desventaja, frente a aquellos que están dentro del poder, pero es saludable para la democracia que haya gente nueva y ojalá con un enfoque distinto del ejercicio de la política.
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